¿Directores en peligro? La irrupción de la IA en los cargos ejecutivos del lujo
la inteligencia artificial no solo diseña, analiza tendencias o predice el comportamiento del consumidor; ahora también ocupa asientos en la mesa directiva. La reciente decisión de Lululemon de nombrar a Ranju Das como su primer Director de Inteligencia Artificial y Tecnología marca un punto de inflexión en cómo el sector entiende el liderazgo empresarial.
Este movimiento no es un gesto simbólico, sino una apuesta estratégica. Das, con más de dos décadas de experiencia en gigantes como Amazon y UnitedHealth Group, llega para dirigir la transformación tecnológica de la marca canadiense de ropa deportiva. Su rol no será únicamente de soporte: reportará directamente al CEO, Calvin McDonald, y formará parte del equipo directivo. Es decir, la IA ya no es un área técnica aislada; se convierte en un actor clave en la toma de decisiones que afectarán desde la innovación en producto hasta la experiencia de compra del cliente.
La pregunta es inevitable: ¿corren peligro los directores creativos, de marketing o incluso los CEO? La respuesta, al menos por ahora, no es tan alarmante como parece. Lo que demuestra el caso de Lululemon es que la IA se incorpora como un nuevo poder ejecutivo paralelo, no como un reemplazo directo.
Las marcas de moda viven bajo la presión de la inmediatez; tendencias que cambian en cuestión de horas, consumidores que exigen experiencias personalizadas y cadenas de suministro que deben ser más ágiles que nunca. Frente a ese escenario, la figura de un director de IA no busca sustituir la visión creativa, sino potenciarla con datos, predicciones y modelos de automatización.
Sin embargo, la realidad es que este avance también coincide con ajustes estructurales; Lululemon eliminó este año unos 150 puestos corporativos. Si bien las reestructuraciones no son novedad en la industria, la sincronía entre reducción de personal y fortalecimiento de áreas de IA enciende las alarmas.
Lo que estamos presenciando podría ser el inicio de un cambio más amplio. Si la IA logra demostrar que aporta valor en la dirección estratégica, otras compañías —desde gigantes del lujo hasta fast fashion— podrían seguir el ejemplo. No sería extraño ver en pocos años a firmas como Nike, Inditex o incluso conglomerados de lujo como LVMH sumando figuras similares en sus mesas de decisión.
A nivel cultural, este fenómeno redefine lo que significa liderar en la moda. Durante décadas, el protagonismo recaía en nombres creativos; los Karl Lagerfeld, los Tom Ford, las Donatella Versace. Ahora, surge un perfil distinto; ejecutivos que dominan el lenguaje de los algoritmos, los datos masivos y la innovación tecnológica.
El riesgo está en que el “encanto” del sector se vea desplazado por métricas y dashboards. El liderazgo en moda siempre se ha caracterizado por una narrativa aspiracional, casi artística. La entrada de la IA amenaza con racionalizar un espacio que vive de lo emocional. La clave estará en el equilibrio; la creatividad como motor y la IA como copiloto.
En definitiva, más que perder su trabajo, los directores de moda enfrentan el reto de convivir con un nuevo actor en el tablero, uno que no viste ni asiste a desfiles, pero que tiene en sus manos algo igual de valioso; la capacidad de anticipar lo que el consumidor pedirá mañana.
Alexandria
hace 2 semanasinteresante
August
hace 2 semanasBien , a la final la ia llego para quedarse
Sam
hace 2 semanasOmg, la automatizacion fue muy lejos
Neal
hace 2 semanashay que aprovechar la IA
Darren
hace 2 semanasinteresante articulo
Imelda
hace 2 semanasdios mio 😮
Anahi
hace 2 semanastodos vamos a ser reemplazados al final de cuenta
Maureen
hace 2 semanasME gustaría que fuera mas humano el trabajo
Derrick
hace 2 semanascuanta razon
Linda
hace 2 semanasni el trabajo de director creativo se salva, ala final todos vamos a ser reemplazados por chatgpt
Anabel357
hace 2 semanasLa ia nos va a reemplazar a todos