‘Severance’| La Distopía Corporativa que Redefine la Ciencia Ficción en TV

Desde su estreno, Severance se ha consolidado como una de las series más intrigantes y perturbadoras del panorama televisivo actual. Creada por Dan Erickson y dirigida en gran parte por Ben Stiller, esta producción original de Apple TV+ combina elementos de ciencia ficción, thriller psicológico y sátira corporativa para construir una historia inquietante sobre la fragmentación de la identidad y el control absoluto en el entorno laboral. Con una estética minimalista y una narrativa enigmática, Severance plantea una premisa tan fascinante como aterradora: ¿qué pasaría si pudieras separar completamente tu vida personal de tu vida laboral?
En el corazón de Severance está la idea de un procedimiento quirúrgico llamado «severance», desarrollado por la misteriosa corporación Lumon Industries. Esta tecnología permite a los empleados dividir su conciencia en dos: una versión que solo existe en el trabajo («innie») y otra que solo vive fuera de la oficina («outie»). Como resultado, los trabajadores de Lumon no recuerdan nada de su vida personal mientras están en el trabajo y viceversa.
Mark Scout (interpretado por Adam Scott) es uno de estos empleados “separados”, quien lidera un equipo en el enigmático Departamento de Refinamiento de Macrodatos. Pero cuando un excolega desaparece y una nueva empleada, Helly (Britt Lower), empieza a cuestionar la estructura de la empresa, Mark se ve envuelto en una conspiración inquietante que desafía todo lo que creía saber.
Uno de los mayores aciertos de Severance es su estética visual y su diseño de producción. La sede de Lumon Industries parece un híbrido entre una oficina de los años 70 y un futuro frío y mecanizado. Los espacios minimalistas, la iluminación fría y los pasillos interminables refuerzan la sensación de desorientación y opresión. Este diseño recuerda a clásicos del cine distópico como Brazil (1985) de Terry Gilliam o 2001: A Space Odyssey (1968) de Stanley Kubrick, con una atmósfera que mezcla lo burocrático con lo surrealista.
La serie también juega con una sensación de intemporalidad: aunque los personajes usan computadoras antiguas y archivos en papel, la tecnología del procedimiento de «severance» es altamente avanzada, lo que crea un choque visual y conceptual que potencia la sensación de misterio.
Más allá de su estética y su trama intrigante, Severance es una profunda reflexión sobre el mundo laboral moderno y sus excesos. En un tiempo donde el «burnout» y la explotación laboral son cada vez más comunes, la serie plantea preguntas inquietantes:
- ¿Hasta qué punto una empresa puede controlar la vida de sus empleados?
- ¿Es ético renunciar a la mitad de tu conciencia solo para ser más eficiente en el trabajo?
- Si tu «yo laboral» nunca sale de la oficina, ¿es realmente una persona libre o un prisionero sin escapatoria?
Lumon Industries representa una versión extrema de las grandes corporaciones contemporáneas, donde los empleados no solo trabajan para la empresa, sino que le pertenecen completamente. Los «innies» de Severance son esclavos de un sistema del que no pueden escapar, y su única realidad es la oficina.
Además, la serie también explora el duelo y el trauma a través del personaje de Mark, quien se sometió voluntariamente al procedimiento para evitar el dolor de perder a su esposa. Pero en lugar de una solución, la «severance» solo oculta el sufrimiento sin resolverlo, lo que plantea una crítica a la idea de «desconectarse» emocionalmente de los problemas en lugar de enfrentarlos.
El elenco de Severance es uno de sus puntos más fuertes, con actuaciones que capturan a la perfección la dualidad de los personajes.
- Adam Scott (Parks and Recreation) brilla en su papel de Mark, mostrando con sutileza las diferencias entre su versión laboral y personal.
- Britt Lower interpreta a Helly, la nueva empleada que desde el primer día desafía el sistema y se convierte en la clave de la rebelión.
- John Turturro y Christopher Walken aportan profundidad a la serie con una subtrama inesperadamente conmovedora sobre una relación prohibida dentro de Lumon.
- Patricia Arquette, en el papel de Harmony Cobel, la fría y enigmática jefa de Mark, es un antagonista formidable, cuya obsesión con la empresa la convierte en una figura casi religiosa dentro de la narrativa.
Cada personaje aporta un matiz distinto a la serie, lo que permite explorar diferentes perspectivas sobre la ética del procedimiento de «severance».
Sin entrar en spoilers, el final de la primera temporada de Severance fue uno de los más impactantes en la televisión reciente. A medida que los personajes descubren más sobre Lumon y su control sobre sus vidas, la tensión aumenta hasta un clímax explosivo que dejó a los espectadores con más preguntas que respuestas.
El éxito de la serie ha asegurado una segunda temporada, lo que significa que pronto se profundizará en los secretos de Lumon y en el destino de los personajes.
En un panorama televisivo saturado de contenido, Severance destaca por su originalidad, su impecable construcción de mundo y su capacidad para generar debate. No solo ofrece una trama intrigante y una estética cuidada, sino que plantea preguntas filosóficas y éticas sobre el trabajo, la identidad y la autonomía personal.
Si bien algunas series exploran el futuro con tecnología avanzada y mundos futuristas brillantes, Severance opta por una visión más cercana y aterradora: un futuro en el que el ser humano renuncia voluntariamente a su libertad en nombre de la productividad. Y en un mundo donde el equilibrio entre la vida laboral y personal es cada vez más difícil de lograr, esa distopía parece demasiado real.
Con una dirección magistral, un guion inteligente y actuaciones memorables, Severance se posiciona como una de las producciones más relevantes de la era moderna. Una serie imprescindible para quienes buscan una historia que no solo entretenga, sino que también desafíe la forma en que vemos nuestra propia realidad.


